En el medio del bullicio de Amanda Bynes y Miley Cyrus, nos habíamos olvidado de Lilo…
Aunque Lindsay Lohan completó el verano pasado un tratamiento de 90 días en una clínica de rehabilitación -impuesto por el juez- para superar sus problemáticas adicciones, la reciente publicación de una foto en la que aparece sosteniendo una botella de vino, así como la posibilidad de que haya despedido al mentor que contrató precisamente para vigilarla, han provocado una gran preocupación en los medios de comunicación…
Por ello Michael Lohan, padre de Lindsay, ha querido referirse al tema calificando de “ridículas” las acusaciones.
“Oh Dios mío. Esa noticia es una auténtica estupidez y está llena de alegaciones ridículas. Lo primero de todo es que jamás he visto a mi hija con una copa de vino en la mano, estoy seguro de que nunca le ha gustado”, aseguró el progenitor de la intérprete al portal Radar Online.
La seguridad con la que niega que su famosa hija vuelva a las andadas se explica por el contacto constante que mantiene Michael y Lindsay Lohan desde que la joven artista comenzara una nueva vida lejos de las instalaciones del centro de desintoxicación en el que residió durante el verano.
“Desde que mi hija completó su tratamiento, no ha habido día en que no la haya visto o hablado por teléfono con ella para comprobar que está bien. Ella está muy centrada en estos momentos, tanto en su completa recuperación como en su carrera. Y no es que haya despedido a su mentor, lo que ocurre es que acaba de mudarse a Nueva York y necesitaba a otra persona que pudiera estar con ella constantemente en esta ciudad. El trabajador de Los Ángeles dependía de la clínica y no estaba contratado por ella”, indicó.
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